Se denomina Renacimiento al fenómeno cultural iniciado en la Edad Moderna que retoma los principios de la antigüedad clásica pero actualizándola, sin renunciar a la tradición cristiana sustituyendo la omnipresencia de lo religioso por el aumento y afirmación de los valores del mundo y del ser humano.
Todo esto va acompañado de una nueva visión del mundo, de unos cambios sociales y políticos y determinados descubrimientos científicos y geográficos (Copérnico, Galileo, Kepler…). Es muy importante el descubrimiento de la imprenta (Gutenberg), ya que con ella se difunde más fácil y rápidamente la información, así como los conocimientos.
Muchas de las premisas del Renacimiento se vislumbran e iban fraguando ya en tiempos del gótico, en la Edad Media, por lo que el Renacimiento no supone un corte con lo anterior. Es un arte que se aparta de la fe y la religión frente a la razón, lo que se debe a las nuevas ideas de la sociedad del momento.
Hay un gran interés por traducir los textos clásicos que llegan tras la caída de Constantinopla (1453) en manos de los turcos, muchos sabios emigran a Italia aportando sus textos y cultura.
La palabra que define este movimiento es el humanismo, que se caracteriza porque las ideas van centradas en la figura del hombre. Es un paso del teocentrismo medieval al antropocentrismo renacentista.
En cuanto al aspecto artístico, la llegada del Renacimiento supone un cambio de los elementos góticos por los elementos de la cultura grecorromana, buscando las medidas que llevan a la armonía. Se intentan utilizar elementos armónicos que rigen el universo para sus representaciones. Además, se buscan unas relaciones de belleza y armonía a través de las matemáticas. La escultura del ser humano se convierte en un elemento fundamental.
Uno de los cambios más destacados es la aparición de la perspectiva, que consiste en la representación de la tercera dimensión.